Korapilotsua da Palestinaren historia. Izan ere kontinente biren erdian Afrika eta Asia, dagoen lur zati estu bat da, eta garai batean eta bestean agertutako agintaritzek sal-erosketarako gura izan dutena. Lur gonetako historiaren une garrantzitsuak alboan utziko ditugu. Horrek lagako digu gure erromesaldian ikusiko ditugun tokiak uler eta goza ditzagun. Juduen bizitzan oso nabarmenak diren uneak bakarrik aipatuko ditugu laburki.
Orduan Israel izena zuen Lur honen iparraldea bereganatzen du Asiriako agintaritzak; bertako biztanleak erbesteratzen ditu eta beste herrialde batzuetako jendea dakar lurralde honi judu izatea galeraziz; nahaste horretatik sortzen dira samaritarrak.
Asiriatar agintaritza makaldurik, Babiloniaren agintaritza sortzen da. Jerusalem menperatzenndu. Judako herriak erbesteratzearen bizikizuna pairatzen du. Salomonek eraikitako lehenengo jauretxea suntsitua izan zen. Behin ere ez dute ahaztuko! Egunero gogoratzen dute 137 salmoa otoiztzen dutenean.
Babiloniako ibai bazterretan eseriak geunden negarrez,
oi Sion, zutaz oroituz.
Ur ondoko sahatsetan utziak genituen zitarak zintzilik.
Eta han, guri kantu eske zeuden erbesteratu gintuztenak,
Kantu alai eske gure zapaltzaileak: kantatu guretzat Singo kantak…
Babilonia menperatu zuen Pertziako Zirok baimena eman zien juduei beraien aberrira itzultzeko.
Jauretxea berreraikitzen dute. Herriaren morala berreskuratzen dute. Erlijio erakundeak indartzen dira.
Alejandro Handiak pertzatarren agintaritza desegiten du 331 urtean. Palestina eskuratzen du. Bere heriotza ondoren, bere jeneralek Palestina eta Ejipto elkarbanatzen dituzte. Gudu zelai bihurtzen da Palestina jeneral hoien artean.
Makabeo anaiak zuzendutako matxinada sortzen da. Hasieran erlijio askatasunaren aldeko borroka izan zena, burujabetza politikoa bilakatzen da.Makabeotarren ondorengoek, asmoneo dinastiakoek politiko burujabetza lortu zuten ehun urte baino gehiagotan, erromatarren agintaritza etorri arte; Palestina osoa, Golan eta Jordanen ekialdea, Transjordania, hartzen zuen.
En el 63 el país fue sometido por Pompeyo a Roma. Los judíos se sublevaron contra Roma. En la llamada primera guerra de los judíos contra los romanos se produjo la destrucción del Segundo Templo en el año 70, así como la muerte de más de un millón de judíos y el origen del éxodo de muchos supervivientes. Hoy todavía se puede contemplar cómo quedó el templo, tras el 70. El Arco de Tito, ubicado en la Vía Sacra, conmemora, todavía hoy, la victoria y el sitio de Jerusalén; en sus muros se contempla la Menorá, el candelabro de los siete brazos del templo.
Será el último momento de plena independencia del pueblo judío. Fue el breve período de la rebelión de Bar Kojba, el que creían que era el Mesías que había llegado a salvarles. Durante tres años, entre 132 y 135, las fuerzas judías resistieron al Imperio romano, hasta que finalmente la revuelta fue aplastada por el emperador Adriano. El fracaso de la revuelta ocasionó la expulsión definitiva de los judíos del país y la reconstrucción de Jerusalén como colonia romana con el nombre de “Aelia Capitolina”. Se suprimió hasta el nombre de la ciudad y ni siquiera se permitía a los judíos entrar en Jerusalén
Una vez destruido el Estado judío y exiliada la mayor parte de su población, los romanos cambiaron intencionadamente el nombre de la región, que pasó a denominarse Siria-Palestina o simplemente Palestina, un nombre derivado de los antiguos adversarios de los judíos, los filisteos. Así empezó la diáspora, la “dispersión”, por el mundo de los judíos. Los que se fueron y los que se quedaron, siempre soñaron con el regreso a Jerusalén. Desde entonces, hasta la implantación de actual estado de Israel, cada día se despedían, brindaban y hasta terminaban sus oraciones con la frase “El año que viene en Jerusalén”.
El período bizantino coincide con el cambio de la capital del imperio de Roma a Constantinopla.
En el año 313 d. C. Constantino tomó la decisión de legalizar el cristianismo y fomentar su expansión. En Tierra Santa se empezaron a construir templos y monasterios asociados al nacimiento, muerte y resurrección de Jesús; llegaban peregrinos a los lugares santos desde los todos los rincones del mundo. Jerusalén creció enormemente.
Nadie puede ofrecer resistencia a la caballería árabe que inflamada por la nueva predicación de Mahoma (570-632) llega desde el desierto de Arabia.
A Palestina le llega su fin. En el 638 Jerusalén se rinde ante el segundo Califa, sucesor del profeta.
Jerusalén, considerada también cuidad santa de los musulmanes, fue protegida y embellecida por diversas dinastías: Omeya, Abasida y Fatimida.
Pero los turcos se negaron a colaborar y empezaron a perseguir a los cristianos. Fue entonces cuando el Papa Urbano II, en el 1095, convocó una cruzada para liberar los lugares santos.
Las cruzadas ocuparon la ciudad Santa el 15 de junio de 1099. Fueron una serie de guerras religiosas impulsadas por la Iglesia católica durante la Edad Media. Dichas campañas militares tenían como objetivo recuperar para la cristiandad la región de Oriente Próximo conocida como Tierra Santa, que se encontraba bajo el dominio del Islam desde el siglo VII. Su primera acción fue masacrar a los habitantes musulmanes. Este acto de fanatismo incontrolado dio lugar a la inflexibilidad del islam. El sistema feudal traído por los cruzados proporcionó un fuerte y seguro sistema de administración. Nunca Palestina había sido gobernada de manera tan eficiente. Los cruzados se aprovecharon, por otra parte, de las cuantiosas limosnas que llegaban desde Europa. Castillos, abadías y casas se enriquecieron, fueron rodeados de fértiles campos. Hubo hasta ocho cruzadas. Los cruzados fueron derrotados por Saladino en los Cuernos de Hattin en el 1187. La dinastía de Saladino empezó con una serie da campañas que culminaron con la captura de Acre en el 1291, una de las fortalezas más importantes de los cristianos.
Palestina se convirtió en un campo de batalla secundario; las grandes potencias de la zona buscaban apoderarse de Egipto y Siria.
Los turcos otomanos conquistaron Constantinopla en 1453 y más tarde en 1517. Los dos primeros sultanes fueron unos administradores muy eficientes; Solimán el Magnífico reconstruyó las murallas de Jerusalén, que contemplamos en la actualidad. La zona y los judíos crecieron y mejoraron en su condición durante este tiempo. Refugiados en Europa y Rusia encontraron seguridad en Palestina en donde en estos momentos no había brotes de antisemitismo.
Los turcos se pusieron de parte d Alemania en la primera guerra mundial y los vencedores desmembraron su imperio, otorgando a Gran Bretaña el gobierno de Palestina en nombre de la Naciones Unidas. La creciente inmigración de judíos produjo una lucha racial que creció en intensidad, hasta el punto de que Gran Bretaña no pudo controlar la situación y transfirió el problema s las Naciones Unidas que 1947 sugirió que Palestina fuese dividida entre árabes y judíos.
La Declaración de Balfour de las Naciones Unidas, de 1917, afirmaba que el gobierno británico veía favorablemente el establecimiento de la patria judía en Palestina, entendiendo que esto no perjudicaría los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías.
Al anunciarse el final del mandato británico en Palestina, los judíos planearon declarar un Estado independiente, lo cual los árabes estaban determinados a impedir.
El 14 de mayo de 1948, el último de los soldados británicos abandonó Palestina y los judíos, liderados por David Ben-Gurión, declararon en Tel Aviv la creación del Estado de Israel, de acuerdo al plan previsto por las Naciones Unidas.
Inmediatamente a la declaración del Estado de Israel, Egipto, Siria, Jordania, Irak y el Líbano invadieron el nuevo país. Los judíos pudieron repeler el ataque árabe e inclusive avanzaron ocupando nuevos territorios. Un alto al fuego fue firmado por ambos bandos, estableciéndose que los territorios ocupados permanecerían en poder de Israel. Como resultado de esta guerra, Israel ocupó el territorio que le había asignado las Naciones Unidas, más una buena parte del territorio asignado a los árabes y la parte occidental de Jerusalén. Quedaron en manos de los árabes la zona occidental del Jordán, conocida como Cisjordania, y la Franja de Gaza. En 1949 bajo los auspicios de las Naciones Unidas se firmaron cuatro armisticios en Rodas (Grecia) entre Israel y Egipto, Jordania, Siria y Líbano, pero nunca llegaron a solucionar el problema de Palestina y la violencia en esta región continúa hasta nuestros días.
El 5 de julio de 1950, Israel promulgó la Ley del Retorno, una ley que otorga a los judíos residentes en cualquier parte del mundo el derecho de emigrar a Israel.